Alimentos Peligrosos

May 6, 2008

La comida que consumes a diario puede estar contaminada, deteriorada o contener bacterias que causan problemas en el organismo e incluso la muerte. Sin embargo, es posible mantenerse alejado de enfermedades siguiendo algunas normas de higiene en la cocina.
A continuación los alimentos que debes manejar con mayor cuidado:

Mariscos – Hay enfermedades graves relacionadas con el consumo de mariscos crudos (ostiones, mejillones, pulpo, almejas y calamares), tales como la hepatitis A y el virus de Norwalk. Es imposible saber cuándo el molusco está contaminado, así que evita comerlos crudos, o compra los que vienen congelados.

Pescado – Los menos recomendados por su alto contenido de mercurio son: pez espada, tiburón, atún blanco en lata, trucha marrón y róbalo. El mercurio en pequeñas cantidades causa daños en el cerebro de fetos y niños. En porciones mayores puede traer consecuencias en los riñones, temblores, cambios en la visión y el comportamiento de adultos y niños grandes.

Hamburguesas – Carne de res molida debe cocinarse a 160 grados Fahrenheit para prevenir la contaminación por E. Coli (bacteria que vive en los intestinos de animales y humanos y que genera una sustancia tóxica muy fuerte). Evita comer carne molida que está rosada en su interior.

Pavo – Esta carne también debe cocinarse adecuadamente para matar sus bacterias. El problema es que cuando se lleva al horno con algún relleno, se reduce la penetración de calor y es posible que la cocción no sea la adecuada. El consejo es cocinar por un lado el relleno y por otro el pavo, o asegurarse de que la temperatura de la carne llegue a 180 grados Fahrenheit.

Alimentos sin pasteorizar – Es muy importante consumir productos (jugos, leche, quesos, helados, yogures) pasteurizados, ya que este proceso mata bacterias como la salmonella y e. Coli, entre otras.

Cereales y nueces con moho – Los cereales como el trigo y el arroz; las nueces como la almendra y el pistacho; y las semillas como el maíz o el girasol, pueden ponerse mohosos y producir una bacteria que en altas cantidades genera cáncer de hígado. Revisa siempre que estos alimentos no tengan moho o estén viejos y sin color.

Alimentos enlatados – Los productos que hayan estado en latas oxidadas, abombadas, golpeadas pudieran dar botulismo, enfermedad causada por una bacteria y que puede llegar a ser realmente grave.

Lechuga – Es posible que los alimentos que están cerca de la tierra como la lechuga, la zanahoria, el perejil y las fresas sean regados con agua contaminada y abonados con productos de origen fecal. Lava las hortalizas y frutas con abundante agua, o agua y vinagre; si es lechuga, desecha las primeras capas. Podrías evitar salmonella y e. coli.

Hongos silvestres – Por más que adores degustar hongos, consume siempre los que venden en las tie
ndas. No se te ocurra comer los que encuentres de forma silvestre ya que algunas especies puedes ser venenosas.

Alfalfa – Los brotes de alfalfa o rábano pueden tener la bacteria e. coli, por lo que es recomendable lavarlos bien o cocinarlos antes de comerlos.

Huevos grudos – Pueden ser vehículo de la salmonella y la única forma de comerlos de forma segura es cocinándolos. Muchas de las recetas para preparar ensaladas César contienen huevo crudo. Así que pregunta en los restaurantes si el aderezo contiene huevos crudos.

Salchichas – Las salchichas contienen una gran cantidad de bacterias ya que el proceso de elaboración es altamente contaminante. Por esta razón, es necesario cocinarlas antes de consumirlas.

Queso con Moho – Cuando el queso que tengas en la nevera esté mohoso, debes botarlo. Aunque le quites la parte dañada, igualmente puede ser tóxico.

Papas que tengan brotes – A la hora de comer este noble alimento, ten en cuenta que no tenga la cáscara verde, ni brotes en su superficie ya que contienen una enzima que es tóxica para el organismo y puede causar vómito, diarrea, dolor de cabeza, y pérdida de sensibilidad.

Agua – Este preciado líquido puede traer contaminantes microbiológicos, plomo, nitrato o cobre que causan problemas en el desarrollo físico y mental de los niños, así como el síndrome del lactante cianótico y enfermedades gastrointestinales. El informe annual de tu proveedor de agua potable debe explicar de dónde proviene el líquido que bebes y cuán saludable es.